Margot
Me remuevo en el sofá, no sé en qué momento me he quedado dormida. Me pongo de pie y miro a mi alrededor sin encontrar rastro de Ezequiel. Una punzada de tristeza me invade. Creo que lo que dije realmente le ha dolido y… soy una tonta.
Salgo hasta su habitación, llamo dos veces pero no hay respuesta. Abro la puerta y vuelvo a llamar sin respuesta, termino por entrar y darme cuenta de que está vacía. Por un momento mi corazón se acelera y el miedo de haberlo perdido me invade nublando un poco mi razón.
Voy de nuevo a mi habitación y tomo el móvil para encontrar un mensaje de él.
Ezequiel (6:00 a.m.)
He salido temprano por unos asuntos en una de las bodegas de tu padre… no te separes de los chicos, no soportaría si algo te sucediera.
Sus palabras me toman por sorpresa, siento algo en el corazón, como… tristeza. Comienzo a teclear pero luego me decido a llamarlo. Timbra una, dos veces y luego suena la contestadora.
Margot (8:15 a.m.)
De verdad siento mucho lo que dije ayer…