-La respuesta convenció a Marla, quien miró a Dennis con ojos de “te voy a matar, me hiciste quedar en ridículo por no contarme lo que hablaste con la mujer” esto mientras llevaba a Karolina por el sendero que llevaba hasta la piscina, sintiéndose orgullosa del hermoso jardín que había a los costados.
-¿Qué le parece mi hermoso jardín señorita Karolina, mi difunto esposo quien me amaba hasta la muerte, lo mandó a sembrar para mi, pero dígame, que le parece?
-Está bien para quien le gustan las rosas rojas, dijo ella sin más admiración, haciendo que Marla mirara de reojo a Dennis, quien no le quitaba la mirada a la hermosa mujer que recién había llegado.
-Señores, mi jefe me ha pedido de manera expresa que no quiere ver una sola rosa roja en ningún jardín, eso está estipulado en el contrato que firmarían hoy.
-¿Qué, como, no le gustan las rosas rojas de mis jardines? Preguntó Marla algo molesta, eso es imposible, ¿a quién demonios no le gustan las rosas rojas?
-A mí, por ejemplo, dijo ella en un tono bastante serio, provocando la incomodidad en la mujer.
-Bueno, bueno, es cuestión de gustos, respondió Marla mirando los zapatos Jimmy Choo que llevaba la mujer.
Señora, que pena, es lo que ha indicado mi jefe, es una cláusula que no tiene cuestionamientos, él es bastante estricto en cuanto a las cláusulas de sus contratos, así que usted me dirá, sino hacen la devolución del dinero y mi jefe comprará en otro lugar, dijo Karolina con total seriedad.
A mí, por ejemplo, no me gustan las rosas rojas, yo prefiero las orquídeas, dijo Karolina tratando de que la mujer dejara de verla de la manera en que lo hacía, Marla había cambiado su rostro de hipócrita a uno de asesina.
-Usted no se preocupe señorita Bemza, se quitarán los jardines y se sembrará lo que usted disponga, respondió la mujer de mala manera.
-Bien, asumo que ustedes se harán cargo de esos detalles junto con la remodelación, dijo ella haciendo ver que tanto la remodelación como los jardines correrían por cuenta de Marla y Dennis, este comentario hizo que la pareja se mirara con terror en sus ojos, no tenían dinero para realizar la remodelación de la mansión.
-Vamos a hacer algo, mi jefe me ha dado vía libre para negociar con ustedes en cuanto a este contrato, veamos, que les parece si nosotros nos encargamos de la remodelación de la mansión y ustedes de los jardines. Karolina dijo esto sabiendo que a Marla le dolería el alma deshacerse de las rosas, eso sí, con una única condición, en el momento en que comiencen a trabajar las personas que vendrán por parte de mi jefe, ustedes no vuelven a poner un pie dentro de este lugar, así que ustedes me dicen, si ingresan a la mansión así sea a lo mínimo, el contrato se cancela y ustedes pagaran la suma de cincuenta millones de euros.
¿Hay algún problema con eso señores?
-¿Problema? Ninguno, claro que no Karolina, dijo Dennis jugando de intrépido, nosotros ya conocemos la mansión y la hemos visto en su máximo esplendor, no podría su jefe hacer algo mejor a lo que Spencer tenía, bueno Marla, porque al final es ella la única dueña de la mansión.
-Disculpe, pero para usted soy, la señorita Karolina o la señorita Bemza, no me gusta tener ningún tipo de confianza con los clientes de mi jefe, dijo la mujer mirando fijamente a Dennis.
-Discúlpeme, es que, al ser una mujer tan joven, pensé que los formalismos no eran necesarios.
-Pues se equivoca señor Olsen, conmigo lo formal es siempre, espero y estemos claros.
-Sí, discúlpeme, dijo el hombre sintiéndose humillado por la hermosa mujer.
-Respecto a lo que dijo hace rato, claro que, si estamos de acuerdo, dijo Marla sin pensarlo dos veces, el jardín podrían trabajarlo ella y Dennis, pero el interior era demasiado costroso y no tenían el dinero.
-Bien señora Marla, es usted muy astuta, dijo la chica haciéndole creer a la mujer lo inteligente que era, haciendo que Marla diera una sonrisa triunfante, creyendo que le estaba ganando a Karolina.
A la hora de la cena, la mucama sirvió los platos y una copa de vino a los tres quienes ya ocupaban sus respectivos lugares en la hermosa mesa al lado de la piscina.
-¿Es idea mía o la piscina está algo descuidada? Preguntó la mujer mirando la enorme piscina.
-Idea suya seguramente, es posible que por estar algo oscuro no la pueda apreciar bien, mañana mismo vendrá el encargado de la limpieza, usted no se preocupe.
-¿Podemos entrar a la casa?, es necesario que la vea. Si bien las indicaciones de su jefe no eran de entrar a la mansión, ella deseaba conocer aquel lugar por dentro, si por fuera era imponente, no podría imaginar el lugar por dentro.
-Pero, pero, la casa está sin mobiliario, aun no nos decidimos por el diseño, usted compró todo lo que había adentro, todo menos mi hermosa cama, dijo la mujer sintiéndose importante, ya que cuando Blake murió, ella había pagado a hacer una cama de un millón de euros.
-Entiendo, le diré a mi jefe que hubo objeción acerca de entrar, que no sé cómo está el lugar, ya él decidirá.
-Por favor, entré por esta puerta, yo mismo la llevaré a dar el recorrido de mi casa, es hermosa, digo mi casa, porque aún no recibo el dinero, no se arrepentirá, dijo Dennis jugando de intrépido.
-¿Su casa?
-Bueno, es la casa de los dos, Marla y yo tuvimos una relación de años y bueno, ahora las cosas están bastante mal, ya no deseo continuar con ella es una mujer bastante difícil; dijo Dennis dando a entender que él estaba disponible.
-Bueno, deberían de ponerse de acuerdo con lo que dicen, ya que la señora Marla me dijo que ustedes solamente eran socios, la vida privada de ustedes no me interesa, pero cuando las personas mienten, no es bueno hacer negocios, dijo Karolina dejándole claro a Dennis que ella no era ninguna estúpida.
-Entre, entre señorita Bemza, dijo Dennis sintiéndose humillado por la hermosa mujer.
Cuando Karolina entró a aquel lugar, se deslumbró con lo que observaba, realmente era lo más cercano a la perfección, si bien había estado en hermosos lugares, hoteles y mansiones alrededor de mundo gracias a su jefe, ningún lugar se podía comparar con la mansión Spencer.
-¿Que le ha parecido? Preguntó Marla quien observaba fijamente las hermosas rosas rojas que debía arrancar al día siguiente.
-Bien, una mansión como muchas de las que tiene mi jefe, nada fuera de lo común, dijo la mujer intentando no dejar ver lo fascinada que estaba con el lugar.
-Perfecto señor Dennis, gracias por el recorrido, dijo la mujer entregándole a Marla el documento a firmar por la venta de la casa.
-Cuéntame Karolina, ¿Cómo es tu jefe?
-No entiendo su pregunta, es exitoso, un hombre bueno.
-No, no, el físico, tiene mucho dinero, vamos cuéntame.
-Bueno, es un hombre bastante atractivo, es bastante joven para la gran fortuna con la que cuenta, dedica algunas horas al ejercicio, dijo Karolina bastante seria. ¿Algo así necesitaba saber señora Marla?
-Eso exactamente, ¿es casado?
-No, es un hombre libre por el momento.
-¿Cuándo podré conocerlo?
-En uno o dos meses aproximadamente vendrá a este país por algunos negocios, vendrá me imagino a conocer la mansión, no lo sé es un hombre bastante ocupado, así que no sé cuándo tendrá la dicha de conocerlo.
Por cierto, se me olvidaba, mi jefe no quiere que la habitación principal tenga nada de ustedes, la quiere completamente limpia, es algo quisquilloso con ese tema, él va a quitar esa habitación, construirá un balcón gigantesco antes de venir, la habitación principal estará justamente aquí, sobre sus rosas señora Marla, el doble de extensión, ya sabe, todos los millonarios son algo excéntricos, bueno, acerca de esos temas, usted tiene más conocimiento que yo, así que este jardín no es necesario que lo siembren, solo arrancan todo esto, el jardín en aquel sector de allá, estaría bien, dijo la mujer señalando un kiosco que Blake había mandado a construir para Marla.
-¿Mi kiosco, quiere deshacerse de mi kiosco?
-Sí, eso lo pueden tirar o donar a la caridad, en ese espacio preciso que el kiosco ocupa, quiero orquídeas Shenzhen Nongke Orchid, son mis preferidas y las de mi jefe, así que quiero darle la sorpresa, la inversión inicial será de quinientos mil euros para la construcción del invernadero con el que lo deseo sorprender, lo quiero gigantesco y en cristal todo, que se pueda ver desde fuera las plantas, vendrán algunos trabajadores cuando ustedes me digan que han desmontado el kiosco, ustedes se encargarán de todo lo demás, hay menos de un mes para todo esto así que manos a la obra, ustedes verán a quien contratar, dijo la mujer sonriendo.
-Sí, usted no se preocupe, dijo Marla sabiendo que deberían trabajar día y noche para logran en algunos pocos meses tener todo listo.
-¿El kiosco, lo quitan ustedes o mis empleados?
-No, nosotros, nosotros lo quitaremos, usted no se preocupe, dijo Dennis apresurándose.
-Bien, debe de estar listo para el martes en la mañana, dijo la mujer indicándoles que el martes en la mañana los trabajadores enviados por ella llegarían a trabajar.