CAPÍTULO TREINTA Y CINCO: EMOCIÓN Y SUSTO.
Narrador Omnisciente.
Una semana exactamente ha pasado desde que Alice le reveló a Matt y Aiden la verdad sobre su padre. Desde entonces, los niños no han dejado de preguntar por él y si ya no le duele la cabeza.
La respuesta de ella fue siempre la misma, dicha con ternura: "Aún no, mis amores, pero pronto. Un poquito de paciencia, ¿sí?". Les hablaba con dulzura, acariciaba el rostro de Aiden y luego arrullaba a Matt. En la armonía de la noche, los niños no tardaron en dormirse acurrucados a un lado de la cama. Estaban tan agotados que esta vez no le pidieron que les contara su cuento favorito.
El cansancio la tiene al borde de dejarse caer rendida. Un bostezo involuntario salió de su ser. Parpadeó para despabilarse, tomó el teléfono y abrió WhatsApp. El contacto de Matthew estaba fijado y es el primero en su lista.
Tecleó un texto rápido y corto, sin dejar rastro de continuidad a la conversación:
» Hola, buenas noches cariño. Paso a sa