CAPÍTULO CUARENTA Y CUATRO: BAJO EL MISMO TECHO.
Alice Collins de Vaughn.
La aparición repentina de Matthew y la pregunta directa de Matt me tienen en una encrucijada monumental, pero ahora, lo único que importa es la salud de mi hijo.
—Matthew, por favor —logro articular, y con la mirada le suplico que espere—. Ahora no. Te voy a explicar todo. Lo prometo.
Luego le dedico una sonrisa a mi hijo.
—Mamá está aquí, mi amor —le hablo con toda la ternura. Siento los ojos de Matthew sobre nosotros, expectantes a cada interacción—. Tranquilo, mi pequeño. Papá estará feliz de recordarlos.
—Dime, ¿estás bien? —pregunto, revisando su frente.
Él asiente.
—Disculpe, ¿ustedes son sus padres? —pregunta una mujer con bata blanca, que asumo que es la doctora de turno. Ni siquiera la vi cuando entré.
—Sí —respondo, con un hilo de voz. Por el rabillo del ojo, observo a Matthew, que sigue parado, desencajado.
—Bien, pase por favor, señor padre —exclama la doctora. Matthew duda, pero termina llega