3/PREOCUPACIONES

Cuando llegue hasta la puerta del despacho de mi jefe, toque con los nudillos esperando a que me diera paso,

— Adelante — lo escuche gritar

— Dígame que desea, tengo mucho trabajo hoy — le dije viendo como se acercaba hasta donde yo estaba

— Túmbate en mi mesa boca abajo y levantate la falda, te necesito Sofía — me dijo

Hice lo que me pidió, escuchando como se ponía el preservativo e introduciendo su miembro dentro de mí, apartando a un lado mis bragas, moviéndose mientras me clavaba los dedos en mis caderas para poder hacer fuerza penetrando desde atrás, cuando ya se corrio, se quito el preservativo tirandolo al cubo de basura y recomponiendo su ropa

— Esta semana quiero verte tres veces mas, te pagaré el doble si me haces una felación — me dijo

— No se hacerla, nunca se la he hecho a ningún hombre, — respondí

— Yo te enseñare como se hace preciosa, sigue así de dócil conmigo y no te faltará trabajo para cuidar de tu hermana, ya te puedes marchar de aquí puta — me dijo

Salí de su despacho encontrándome en la puerta del ascensor a mi amiga Sandra

— ¿Ya se la has chupado al jefe? — me preguntó

— Eso quiere la próxima vez, me ha dicho que me pagara el doble si le hago la felación — le dije

— ¿Hasta cuando Sofía? ¿hasta cuando vas a estar aguantando a ese baboso? — preguntó

— Hasta que encuentre otro trabajo, ese dinero extra es para pagar las facturas del médico y los medicamentos de mi hermana — respondí 

— Y cuando se canse de ti ? ¿Qué harías, te anunciamos como una puta en todos los periódicos? — me dijo

— Calla loca, eso jamás, me marcho, que todavía no he empezado a limpiar— le dije

Subí con el ascensor de servicio hasta mi planta viendo al hombre que me pidió toallas antes de irme al despacho de mi jefe, al lado del carrito

Aun estaba el italiano mirando mi carrito, me acerque a él preguntando

— Hola ¿ha cogido ya las toallas? — le pregunté

— Si gracias, pero quisiera pedirle una cosa mas — me dijo

— Dígame, si le puedo ayudar cuente conmigo — le dije

— Voy a hacer una fiesta para mis amigos,y me gustaría invitarla, no se aburrirá y se lo pasaría muy bien — me dijo

— Se lo agradezco, pero no puedo aceptar, no nos dejan intimar con los clientes — le dije

— ¿Y si le pago para que venga a mi fiesta? — me preguntó

— ¿Como si fuera una fulana? pero usted quién cree soy yo, lo siento pero tengo que seguir trabajando, buenos días — le dije enfadada

Entre en la primera habitación para limpiar, segui limpiando habitaciones hasta la hora del almuerzo, acercándome hasta el cuarto de la limpieza donde ya me esperaba mi amiga, para acercarnos a la parte trasera de la cafetería del hotel para almorzar juntas, sentandonos en dos sillas que teniamos alli.

— ¿Qué tal por tu planta?, la mía hoy es un desastre, parece que han hecho varias fiestas juntas, no veas cuánta basura me he encontrado — me dijo mi amiga

— La mia por ahora está bien, pero uno de los clientes me quería pagar para ir a una fiesta que dice que va a hacer — respondí

— ¿Y qué le has dicho? — 

— Que no estoy para fiestas

— Chica si te paga bien ¿por qué no?, eso es mejor que abrirte de piernas para ese baboso de jefe que tenemos 

— Hola ¿qué tal? mi planta parece un basurero ¿y las vuestras? — nos preguntó Viki, nuestra compañera

— Oye Viki, ¿a ti te interesa asistir a una fiesta que va a hacer un cliente del hotel pagandote? — preguntó mi amiga

— Callate loca, solamente me lo ha dicho a mi — le dije a mi amiga Sandra, que era una bocazas

— Yo me apunto a lo que querais, si sabeis de algo decirmelo — nos dijo nuestra compañera

— Anda estais las dos locas, me voy a seguir trabajando os dejo — les dije levantándome de la silla donde estaba, acercándome hacia la zona de los ascensores, para subir a mi planta.

Cogi mi carrito y entre en la siguiente habitación que me tocaba limpiar, estaba en el cuarto de baño limpiando cuando escuche al hombre que me había pedido anteriormente las toallas

— Perdone si la he asustado, pero esta es mi habitación, usted siga con lo que está haciendo no la molestare — me dijo

— No se preocupe, no me ha asustado, enseguida termino — le dije

Una vez que termine de limpiar la habitación, fui a abrir la puerta para marcharme bloqueandome Mario la puerta

— Me gustaría invitarla a una copa esta noche si usted quiere — me dijo

— Lo siento mucho, ¿no tenía usted una fiesta esta noche? — pregunté

— Bueno si, pero es mi socio quien la celebra, aunque me gustaria que me aceptara esa copa — me dijo

— De verdad que no puedo, perdóneme pero tengo que seguir trabajando — le dije

— Vale como quiera, pero insistiré se lo aseguro — me dijo, mirándome con una preciosa sonrisa ladina en sus labios

Durante toda la semana, Mario, el hombre de los ojos verdes tan bonitos, estuvo insistiendo en invitarme a esa copa, aunque yo no me sentía con fuerza ni con ganas para salir con ningún hombre, John mi jefe como me dijo a principio de semana, me llamó varias veces a su despacho, obligandome a hacerle la felación, aunque salió dañado al morderle yo con mis dientes su miembro haciéndome temer por mi puesto de trabajo, amenazando a que si se lo volvía a hacer, me vería en la calle. Mi amiga me insistia en que saliera con el cliente que tenia aquellos preciosos ojos de color verde, mientras ella se quedaba cuidando a mi hermana, pero al ver que no lo conseguia, planeo con las demas compañeras en volver al club TENTACIONE. El sábado que volvimos a ir a aquel club, me puse un vestido corto color ocre, con la espalda al descubierto, y zapatos de tacón de aguja, salí de mi dormitorio hacia el salón para coger mi bolso, viendo a mi hermana y a mi vecina que la cuidaba sentadas en el sofá

— Estas preciosa hermana, pero necesitas un hombre en tu vida Sofía, no quiero que me pase algo y te quedes sola — me dijo mi hermana.

— Eres tonta ¿qué te puede pasar?, lo que tienes que hacer es descansar y como hasta ahora, la quimio y seguir con la ilusión de encontrar otro donante que sea compatible contigo — le dije

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