79| Compañeros.
Adrián dio dos pasos atrás para poder contemplar a la mujer. Tenía la ropa oscura y ajada, parecía que la había usado durante todo ese año. El cabello oscuro, suelto, ondeaba por el viento que entraba por alguna puerta.
— ¿Nos dejarás salir de aquí? Te prometo que no te haremos daño.
La mujer se abrazó a sí misma y dio dos pasos atrás.
— Salgan, pero si hacen algo, los golpearé con esta llave.
Francisco se puso de pie, dio un increíble salto hacia la pared, apoyando su pie en ella, y luego se agarró del borde, saliendo de un salto al exterior.
Estiró la mano y agarró a Ismael en el aire, cuando el joven saltó, lo sacó de un solo tirón. Luego, entre los dos, sacaron a Adrián.
Afuera, le pareció que la luz era bastante cegadora y les tomó un par de segundos acostumbrarse a ella. La mujer les apuntaba con la llave. Adrián se quitó el bolso que tenía y la cámara, los dejó en el suelo y luego se sentó en él.
A pesar de estar al nivel del mar, el lugar estaba tan frío que casi castañeteab