_ Déjame ayudarte.
Lara no se sorprendió cuando el pulso seguro de Dominic la retuvo de la parte posterior de la cazadora para ayudarla a soltar las correas del chaleco. Le sacó la coraza frontal y la dejó a un lado, besando su nuca con suavidad y cerrando sus brazos alrededor de ella para abrazarla.
_ ¿No te parece que estás sola, muy lejos del campamento, cuando me prometiste que no harías nada imprudente? _ la regañó _ ¿O será que ya no puedo confiar en ti?
_ Necesitaba bañarme. _ se disculpó ella _ Además, no está tan lejos como para que no puedan escuchar mis gritos .
_ ¡Lara, Lara! Este arroyo está helado. ¡Vas a congelar ese hermoso… tierno… perfecto… delicioso cuerpecito de dieciocho años!
_ Diecinueve. Cumplo diecinueve hoy.
El Comandante la hizo dar vuelta, mudo de sor