Para Amy, que conocía la romántica historia de amor de su jefe y amigo, y su señora Ali, quedó más que sorprendido con lo que estaba escuchando.
El carácter dulce y cariñoso de Monserrat la hacían una candidata perfecta para ser madre, era seguro que a su hijo no le faltaría amor y cuidados. Pero ahora la vida se lo negaba.
— Lo siento mucho, debes de estar en una posición bastante difícil, no solamente debes procesar está noticia de forma personal, sé que querías ser padre pronto con tu esposa, y ella... Ella sueña con que llegue el día en que tengan un hijo.
— Lo sé, voy a destruirla cuando se lo diga, ¿Por qué tengo que ser yo quien destruya los sueños de la mujer que amo? La vida está siendo demasiado injusta con ese ser humano hermoso, no lo acepto.
Era evidente la rabia que el magnate sentía, era tan rico que podía darle lo que deseara a su esposa, pero precisamente esto no, esto era cosa de los dioses, de la naturaleza, se sentía tan frustrado e impotente.
— Si no lo