El Jeque está en problemas.
El Jeque, apenas llegaron a la villa se aseguró que su mujer se vistiera en una cálida pijama y fuera a la cama inmediatamente.
Después de que la adrenalina pasó, Monserrat se sintió muy adolorida, así que se tomó un par de analgésicos.
No pasó mucho tiempo para que la ojiazul sintiera entre sueños que su esposo se metiera en la cama y la abrazaba para dormir también.
(...)
Mientras tanto en otra parte de la ciudad, el CEO Darkok salía de una exclusiva clínica con su esposa.
Rafaela se había dejado curar las heridas de buen gana. Ella estaba muy seria, casi no había hablado durante la estancia, ni durante el camino a casa.
Apenas llegaron a su villa ella subió a ver al bebé Rafael. Se aseguró de que estuviera arropado, después fue a su habitación para quitarse el vestido de diseñador que vestía para cambiarse por ropa de dormir.
Ella estaba eligiendo el pijama cuando su esposo se acercó.
— Querida, ¿Qué te sucede? Has estado muy callada todo el camino, estoy aquí,