Duelo de titanes por amor.
El guardaespaldas pronto fue a dar el recado de la señorita huésped de su señor, el dijo por el interfón.
— Caballeros, la señorita Villalba se ha negado a ver al Jeque Ali, dijo que no quería hablar con él ni ahora ni nunca, que si tiene un poco de vergüenza en el cuerpo, que no la vuelva a buscar nunca más.
El Jeque estaba siendo rechazado abiertamente, lo esperaba, pero lo que no esperaba era que no pudiera ni siquiera ver a su mujer.
— Me temo que voy a tener que insistir, dígale a mi mujer, que voy a quedarme justo aquí hasta que acepte verme, y adviertale que no tengo problema alguno de acampar justo aquí afuera.
Monserrat fue abusada de la postura de su marido, ella ya conocía lo dominante que era, pero realmente no quería verlo. Se puso nerviosa, tampoco quería causar un alboroto en casa ajena.
Afuera quien llegaba era el mismo dueño de la lujosa villa. Vladimir conducía un costoso coche de edición limitada, había dejado su deportivo en casa, y Sergey conducía un