El joven Ferreti, estaba muy enfadado con su padre, había escuchado historias sobre él, pero nunca se imaginó que también con él se pondría así de duro y estricto, de haberlo sabido se la habría pensado dos veces antes de entrar a ese bar y beberse esas costosas botellas que al final de cuentas su padre fue quien pago por todo el servicio
Alessandro subió a su coche, el padre mafioso ya lo había mandado traer a un par de sus hombres, era un auto deportivo muy costoso y de edición limitada que le había obsequiado a su hijo al cumplir los dieciocho años, pero la llave no se encontraba ahí, así que volvió sus pasos de nuevo hacia dentro de la mansión
— Papá, necesito las llaves del coche, no están donde siempre y ya tengo que irme a la escuela
— Ah, eso, te irás a la escuela con él chófer al igual que Diane, de regreso del colegio será de la misma forma, ¿Alguna pregunta?
— ¿Por cuánto tiempo? — Preguntó el jóven bastante molesto
— Dos meses, ahora apresúrate, vas a hacer