Andye, que era de sus amigos de los más emocionalmente responsables, al igual que Oliver, hacía mención de ese hecho
— Cállate, Andye, ¿Qué no ves que es un tema delicado para Alessandro? no es agradable que la chica que te gusta elija a otro chico en vez de elegirte a tí
— ¿Seguro que me estás ayudando, Joshua?
— Por supuesto, eres mi primo, te voy a defender siempre
— Ahhh... nunca quise hacerte daño, ¿si tú quieres que termine mi noviazgo con Alessandra, yo....?
— ¿Lo harías? ¿La terminarían por mi? vaya que inesperado, ¿creí que dijiste que la querías, y ahora renunciarías a ella tan fácilmente?
— Yo... no iba a decir tal cosa, lo que quería decir era que aunque siento un cariño enorme y una gran lealtad hacía ti, no puedo dejarla, por qué la quiero, Alessandro, ella es la chica de mis sueños
— Pero que diablos, ¿Con que sueñas con mi hermana, Emill? ¡no te atrevas a soñar cosas pervertidas, o entonces si te daré una paliza!
— Bueno, es verdad que quiero a