C9-LE HICISTE UN FAVOR AL IRTE.

La puerta de la sala de juntas se abrió e Isabella entró primero, vestida con un traje chaqueta impecable, estaba furiosa, pero también nerviosa.

Una mezcla peligrosa que solo ella sabía contener.

Aslan Crowe estaba de pie junto a la ventana, observando la ciudad, entonces se giró y la vio y ocurrió lo inevitable. Sus ojos azules se iluminaron con una intensidad eléctrica, un destello brutal de admiración, nostalgia y deseo que no logró ocultar más de una fracción de segundo.

Porque para él, el tiempo retrocedió.

—Isabella —dijo, con una voz más suave de lo esperado.

Entonces detrás de ella entró Rowan y la temperatura de la sala cayó de inmediato. No entró como empresario, sino como Alfa y su mirada se clavó en Aslan como un arma cargada y el brillo en los ojos de Aslan desapareció.

Isabella avanzó hasta la cabecera de la mesa y tomó asiento, pero Rowan no se sentó, se quedó de pie observando al lobo que deseaba con todas sus fuerzas desaparecer. Mie