C8- TRIPLE SHOCK
—¡Nooooo! ¡No puede ser! ¡No puede ser!
La exclamación de Isabella rompió el ritmo de la oficina. Se dejó caer en su silla, mientras su equipo de trabajo la miraba como si acabara de perder la razón. Nadie se atrevía a hablar, nadie, hasta que uno de ellos, el director de proyectos, se aclaró la garganta con cautela.
—Perdone, pero... jefa... usted estuvo detrás de ese contrato durante meses —dijo con cuidado—. Y ahora que finalmente se cerró... ¿no quiere?
Isabella apretó los dientes y quiso maldecir allí mismo. Porque era verdad. Había perseguido ese proyecto como una obsesión, había movido contactos, presionado plazos, convencido inversores. Pero si hubiera sabido que pertenecía a Crowe Industries, jamás le habría puesto el ojo encima.
Y esa mañana, cuando le confirmaron que el trato estaba cerrado, había estado a punto de brindar y llamar a Rowan, pero ahora no tenía idea de cómo explicarle que el hombre que más detestaba no solo era amigo de su novio, sino tambi