C77-FELIZ PRISIONERO.

MESES DESPUÉS...

El amanecer apenas tocaba las montañas de Escocia y Draxel dormía plácidamente boca arriba, con el brazo alrededor de Sofía, quien tenía la mejilla apoyada en su pecho desnudo. Ella respiraba suave, con los labios entreabiertos y el cabello despeinado de un modo que a él le encantaba. Se veía rendida, agotada y adorablemente hermosa.

Hasta que un llanto estalló en la habitación de al lado.

—¡Ueeeeeh... ueEEEEEHH... UEHHHHH!

El sonido subió en intensidad como si el causante quisiera despertar a toda Escocia. Draxel abrió un ojo, muy despacio y luego el otro.

Miró a Sofía.

La pobre no se movió ni un milímetro, parecía literalmente muerta del cansancio; incluso tenía un mechón de cabello pegado a la mejilla y la boca ligeramente abierta botando saliva, pero él sonrió, enternecido.

—Estás exhausta, eh, mi amor —murmuró, acariciándole la mejilla con un dedo—. ¿Quién diría que traer a un bebé al mundo sería tan agotador?

Ella no reaccionó y Draxel rió