C75- LA TOMA DE POSESIÓN.
C75- LA TOMA DE POSESIÓN.
La súplica de Anya, "Hazme tuya", no fue una sumisión, sino un desafío. Una chispa que encendió la gasolina del instinto alfa de Rowan, quien respondió con un gruñido gutural, profundo, que no provenía del hombre, sino del lobo.
Su boca capturó la de ella en un beso que no era de ternura, sino de conquista. No había suavidad, solo el sabor salvaje de la pasión y la verdad recién aceptada. Sus manos, grandes y fuertes, atraparon sus muñecas y las inmovilizaron a los lados de su cabeza, clavándolas en la cama.
El mensaje era claro: él tenía el control.
Lentamente, sus labios se deslizaron de su boca a su mandíbula, luego a su cuello; mientras lo hacía, sus dientes mordían con suavidad la piel de Anya, no para romperla, sino para dejar una marca.
Un sello de su pertenencia a él.
Anya cerró los ojos y arqueó la espalda, soltando un grito ahogado lleno de éxtasis. Porque para ella, cada chupón, cada marca que él dejaba en su piel era una palabra en su juramento pr