C144- ¿SORPRENDIDOS?
—¡Se escapa! —bramó Axel, echando a correr.
Rowan lo agarró del antebrazo con un tirón seco que lo frenó en seco.
—Ni lo sueñes —le gruñó—. Si te vas solo, te arrancan la cabeza, la hierven y me la mandan de recuerdo. Quédate. Primero acabamos con estos y luego arrancamos verdades.
Axel quiso soltarse y mordió una maldición.
—Necesito atraparlo, Rowan.
—Y yo necesito que sigas vivo —le contestó, sin soltarlo—. Dame dos minutos de caos. Dos. Después lo cazamos juntos.
Axel cedió y dio un paso hacia Rowan y giró hacia la pelea.
—Dos minutos —escupió—. Y me debes uno.
—Te debo una cerveza. Y un funeral si haces estupideces —replicó Rowan, ya avanzando con una media sonrisa furiosa—. ¡Formación! ¡Acaben con estos hombres verdes!
Los guerreros de Rowan cerraron filas y los orcos se abalanzaron con hachas melladas, escudos de metal remachado y gritos que hacían vibrar las costillas. Los de cabello plateado empujaron sus espadas, rápidos y precisos.
Axel peleo como nunc