El primo de Sara se acercó a ellos.
- Este es mi hijo, Gregory - Lo presentó.
Que curiosa era la vida, sin saberlo, de alguna manera, los caminos se conectaban.
- Mucho gusto - Le dijo el hombre y la miró unos momentos.
- Hola - Le respondió.
- Espera… tu eres la muchacha de la fiesta -
- Me recordó, si soy yo… -
- ¿Ya la conocías? Es la hija de Francis -
- Si, del compromiso de Sara. Francis ¿Cómo está? -
- Bien, Gregory ¿y tú? -
- Bien -
- Es hija de John Kenzie ¿recuerdas que te conté de él? -
- Del soldado, pero… -
- Es mi padrino - Le respondió ante la duda de su cara.
- Es hija de John y ahijada de Francis -
- Ya veo -
- ¿Sabes Francis? Quiero que me muestres la colección de escopetas que mencionaste la última vez… -
- ¡Claro! Ven conmigo, te van a encantar -
Los dejaron solos, parados, sin saber que decir. Gregory portaba esa expresión de tristeza, pero a la vez su rostro se veía duro; estaba aburrido. Ese tipo de fiestas o reuniones no era lo suyo, pero debía cumplir con su pri