Adele levantó una ceja y se fue. Se quedó ahí parado, sintiéndose un payaso. Francis sonrió satisfecho y se levantó para irse a la cama; la niña estaba demostrando coraje. Pero Lucas, además de sentirse un payaso, se estaba muriendo de celos y rabia. ¿Cómo hizo para engañarlo tan fácilmente? Era la costumbre: él le reclamaba, ella lo cuestionaba y él argumentaba que era su hermano para defenderse.
Sara se paró a su lado y lo tomó del brazo, con un tono condescendiente le dijo:
- Vamos, Lucas, Adele creció. No puedes pasarte la vida “cuidándola” -
Se lo decía a propósito y con malicia.
- Tiene razón, Sara - Le dijo Norma.
Bien, si ella había salido así, él se quedaría a esperar que regresara. A ver qué cara ponía cuando lo encontrara. Hizo que arreglaran su cuarto para pasar la noche allí con Sara.
- Sara, no quisiera decirte esto, pero… Debes cuidar a Lucas de Adele -
Se habían sentado de nuevo afuera, solas.
- ¿De Adele? - Fingió.
- Es una buena niña, pero es como su madre -
- ¿Qué qu