Capítulo 51.
Le arrojé mi arma sin tiros a la loba, quizá por instinto o quizá porque en las películas Jackie Chan no retrocede.
No lo sé realmente, estaba yo en modo automático.
La flecha (o la cosa que se le ponga a la ballesta) se le había clavado en el hombro y eso la había hecho enojar mucho. No sabía si era bueno haberle dado o malo, pero la multitud se había vuelto loca y me seguían aclamando.
¿Cuando además le lancé mi ballesta? Público de pie.
-¡Stella! - Gritó sobre la multitud Megan y yo giré la cabeza para ver volar hacia mí su ballesta.
Ella junto a Duncan observaban con expresiones de pánico la arena. No tenía tiempo para preocuparme por ellos, debía de sobrevivir a la loca.
Un tiro bastante largo. Pasé por un lado a la loba que se estaba arrancando mi flecha de su piel para atrapar la ballesta de mi amiga. Tuve solo unos segundos para atraparla y girar antes de que la loba se arrojara hacia mí.
Yo volví a repetir la cosa de disparar sin siquiera apuntar y la loba se quitó del camino.