Capítulo 12.
Duncan.
Por fuera podría parecer que me estaba tomando éstos últimos días con calma, pero por dentro... no era así.
Paternidad.
¿Qué m****a sabía yo de eso?
No por nada era un tipo soltero. Mi madre y mi trabajo consumían la mayor parte de mi tiempo, el resto lo utilizaba para comer, dormir y ver alguna serie de televisión de la cual no recordaría nada al día siguiente.
Era mi rutina al menos hasta que el departamento que rentaba se inundó y mi televisor junto al resto de mis pertenencias, que no eran muchas para el caso, se perdieron.
Ahora mi "nueva normalidad" consistía en vampiros, lobos, osos y un montón de confusión entre el trabajo y dormir en el cuarto de huéspedes de mi segunda mejor amiga.
Aquí estaba yo, un tipo promedio filosofando sobre las ventajas de una nueva responsabilidad. O dos. O cinco.
M****a, ¿Y si eran ocho de una sola vez? Adiós a mis días tranquilos.
Casi me rio cuando aparqué el auto frente al salón de eventos del que había salido pitando hace... no sé cuánto