Tal vez olvidé decirle cómo sería la venganza. Si Olivia pensó que le haría daño, estaba muy equivocada. Era a su padre a quien iba a golpear. No más jugar limpio. De hecho, nunca lo había hecho. ¿Por qué tardé tanto en actuar? No debería haberme alejado de ella, debería haberme acercado para asestarle el golpe final.

Me di la vuelta y no la vi en la piscina. Miré a mi alrededor y simplemente había desaparecido. No sólo era insípida, inodora e insignificante, sino que además era invisible.

Me acerqué a la piscina y la vi en el fondo. Su pelo se extendía sobre el agua como una flor. Sentí una opresión en el pecho y salté, agarrándola con fuerza. Y cuando me di cuenta de que ella no me retenía, comprendí que había serias posibilidades de que estuviera jodido... Totalmente jodido.

La saqué del agua y la tumbé en el suelo, dándome cuenta de que no se movía. Su cuerpo estaba completamente inerte.

- ¡Una ambulancia! - grité con todas mis fuerzas- ¡Llamen a una ambulancia!

No estaba segura d