- ¡Le encanta tirarme del pelo! - bromeé.
Hubo un breve silencio al otro lado de la línea e inmediatamente me arrepentí de haber dicho eso. Sinceramente, no había pretendido pelearme cuando llamé, sino advertirle.
- Me alegro de que se lleve bien contigo en la cama, tanto como antes - su voz era seca - Mi abogado ya ha presentado la demanda de divorcio.
- ¿"Tu" abogado? - No pude contener la risa, llena de dolor - Mientras yo quería que esto sucediera, ¡tú te negaste!
- Ahora he tomado mi decisión, chuchu... Y estoy haciendo todo como quería. Pronto estarás oficialmente libre de mí. Y finalmente podrás tener la boda de tus sueños, con tu amante.
Tragué saliva, sintiendo que el mundo se me venía encima.
- Eso es lo que quieres, ¿no, chuchu?
- S... S... Sí - la palabra salió de mi boca con tanta dificultad que no creí poder pronunciarla.
- El Dr. Castro dijo que en unos diez días nos llamarán para firmarlo todo. Para acelerar las cosas, lo haremos delante del juez. Nos ahorra tiempo y,