[CONTINUACIÓN]
[DANA]
La rubia oxigenada que hace meses se estaba haciendo pasar por la novia de mi hermano la apuntó con la pistola y comenzó a reír con demencia.
—¿Tú qué crees? Estabas tan ciega por Daniel que perdiste de vista el objetivo; ese bebé solo te iba a complicar la vida… y, además, el único que lo sabía era mi padre. Él sabía que yo había matado a tu bastardo; si te lo decía antes, te hubieras echado para atrás y Daniel y Sam aún estarían vivos.—
Hana comenzó a llorar y… ¿qué puedo decir? Yo tenía un nudo atorado en mi garganta también, de solo saber que ella había pasado por lo mismo que yo, con la diferencia de que a ella la había traicionado su propia familia.
Además, la chica había dicho que Daniel y Sam estaban muertos… pero era algo que me negaba a aceptar. Daniel me había prometido quedarse a mi lado para siempre y sabía que lo cumpliría… tenía que cumplirlo… tenía que volver a mí.
—¿Tú lo mataste? ¿Fuiste capaz de matar a tu propio padre?—
—No fue difícil pagarle