[DANA]
—La señal es amplia, un dron nunca antes visto y, literal, uno que lleve micro partículas anti-sensoriales, capaces de hacerlo invisible para el radar del enemigo; así nunca sabría que estamos ahí. —
Anoté el nombre del chico y el número de sección, luego caminé hasta donde se encontraba Ezra, viendo a los demás participantes de la feria de ciencias de Oxford.
—Ya anoté al chico del dron y también hice la llamada al departamento de investigación, para que averigüen si el invento es realmente de él o si lo ha comprado o conseguido en el mercado negro. —
—Bien, gracias —dijo, más concentrado en el experimento del chaleco de fuego de los chicos de último año—. Qué bueno que te pudiste quedar ahora; creí que regresarías ayer a Los Ángeles.
Esa opción se cruzó casi tan rápido como un rayo y más veloz que un antílope por mi cabeza, pero mejor desperté de ella. Después de todo, estar más lejos de Daniel White me ayudaba a sobrellevar mis sentimientos, o al menos a bloquearlos por un m