— ¡Saquen al Rey de aquí! ¡Ahora!— aparecía Freya, y los guerreros terminaban la batalla, aniquilando a lo que quedaba de vampiros y rogues, mientras la pelea abajo ya estaba ganada.
Pero... ¿A qué costo?
— No me dejes, Marina... por favor, no me dejes... te lo suplico— decía Bruno, llorando, m