Carmen
—¡Protejan al rey!—
—¡Tomen prisioneros y saquen los cuerpos!— gritaban de un lado a otro.
—¿Estás bien?— me preguntaba Xavier mientras me revisaba de pies a cabeza.
—Creo que sí…—
—Estás herida…—me decía, y me cargaba.
Todo había pasado tan rápido que me costó entender qué había suce