El día en el calendario apuntaba que era lunes.
Santiago se levanta temprano y realiza sus ejercicios matutinos.
Sale a correr y, al regresar, se dirige a bañar, siempre toma un licuado verde para desayunar después de su rutina de ejercicio.
A medida que camina por su amplio departamento en el último piso de un lujoso pen hause, siente que algo le falta. La soledad invade el ambiente y eso le incomoda.
Después de un rato, Santiago toma su celular y revisa sus correos.
Su mirada se dirige inmediatamente a uno que le ha enviado Elizabeth, con el asunto:
< ♪Sólo quiero molestar un poco>
«Hola jefe, buenos días. Te envío este mensaje para avisarte que no podré asistir al trabajo debido a un asunto familiar.
Atentamente, Elizabeth.»
Santiago, parecía molesto ya que ella no asistiría a molestar y por alguna razón si cercanía parecía comenzar a agradarle.
«Hola, ¿cómo estás? Cuéntame qué sucede, o de lo contrario, no te daré permiso.
Atentamente, tu enfadado jefe.»
Elizabeth no se d