Natasha
Apoyé las manos en el borde del escritorio y agaché la cabeza. Cerré los ojos y dejé escapar un suspiro tembloroso.
"¡Mierda!"
Esta noche se suponía que iba a ser un nuevo comienzo, una salida divertida con las amigas. Un latido palpitante me empieza a doler detrás de los ojos y me aprieto el puente de la nariz. Maldito Jenson y su bomba. ¿Por qué esta noche? Ocho años cultivando una imagen profesional en una oficina dominada por hombres, y ¡zas! En pocas horas, me convierto en esa mujer llorona y sensible. Por no hablar del desastre del maquillaje. Me quedé atónita al entrar en el baño de mujeres, con las mejillas cubiertas de rímel y delineador negro. Parecía salida de una película de terror. Obviamente, debería haber una advertencia en los tutoriales de maquillaje.
Ojos ahumados sensuales: ¡increíbles! Evítalos como la peste si corres el riesgo de verte envuelto en dramas emocionales con tu ex.
Un escalofrío me recorre el cuerpo. ¿Cómo pudo Marcos mantener la compostura? ¿Qu