Jasmine se encontraba en el interior de la limusina cuando los matones la interceptaron. Una docena de hombres corpulentos salieron de sus vehículos, rodearon la limusina y golpearon las puertas con brutalidad. El conductor, preso del pánico, cerró las puertas con fuerza, mientras sus dedos tecleaban frenéticamente el número de emergencias. Jasmine sintió que la muerte se acercaba.
Pero de repente, el doctor que la había tratado antes apareció, viniendo a su rescate. Sin embargo, mirando a los veinte hombres aterradores que rodeaban al doctor, Jasmine no podía creer que él pudiera salvarla, solo conseguiría que lo mataran.
El pánico la invadió y sin pensarlo, abrió apresuradamente la puerta, saliendo y colocándose frente a Alex, para protegerlo.
"¡Deténganse! ¡Sé que están aquí para secuestrarme y exigirle dinero a mi padre!" Gritó.
Esa no era la primera vez que algo así sucedía; ser la hija de Kingston venía con peligrosos riesgos.
"Solo llévenme a mí y dejen ir a este doctor." Supl