Capítulo 350
—¿Cómo... cómo diablos? —Bill se tambaleó al ponerse de pie, balanceándose como si hubiera sido golpeado por un camión.

Sus ojos estaban muy abiertos, en pánico, buscando algo que tuviera sentido.

Su mandíbula temblaba, aún doliendo por la bofetada que lo había lanzado fuera de la arena como un muñeco de trapo.

Un golpe. Solo uno.

—¡Esto no puede estar pasando... esto es imposible!

Álex no se inmutó.

Su voz era firme, casi aburrida.

—Estás allá afuera, ¿no es así? Entonces sí es posible.

—¡No! ¡No! Eso fue... ¡de ninguna manera! —rugió Bill, las venas hinchándose en su cuello.

Su rostro se retorció en algo entre furia y miedo.

—¡No hay manera de que hayas logrado ese golpe! ¡Tuvo que ser suerte! ¡Solo suerte estúpida y ciega!

Con furia desesperada, saltó de vuelta al ring.

—¡Estás muerto! —gritó, lanzándose en un asalto violento y temerario.

Cada golpe era salvaje, cada ataque más vicioso y desesperado que el anterior.

Sin embargo, Álex simplemente suspiró, visiblemente aburrido.

Una m
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