74. TU MADRE Y TU PADRE, SOY YO
NARRADORA
EN EL ALA PRIVADA DEL CASTILLO PERTENECIENTE AL PRÍNCIPE DAMON
—¿De verdad apareció su alteza? Gracias a la Diosa, gracias a la Diosa —una doncella comenzó a hacer gestos exagerados al cielo.
—Pero escuché que regresó con dos esclavos, una mujer y un cachorro… ¿Qué creen que signifique eso?
—Tal vez es la nueva amante o lo ayudó después del accidente y su majestad le agradece…
—¡Dejen de cuchichear como serpientes! —la voz firme del ama de llaves las hizo callarse de inmediato y centrarse en su planchado.
El vapor subía en el cuarto con el aroma a limpio y se escuchaba el sonido de la tela siendo estirada.
—Neida y Luisa, tomen ropa de cama limpia y aquella cesta preparada, vamos, de prisa —movilizó a la servidumbre.
Era tarde en la noche, pero la cocina prendió los fogones principales después de mucho tiempo, se limpiaron los cuartos y esta parte del palacio volvió a la vida.
Lorien parecía estar sentada sobre agujas. Damon los había dejado en un suntuoso salón a ella y a S