31. UNA TRAMPA BIEN PLANIFICADA
NARRADORA
Damon se precipitó hacia Soren con la daga aferrada a la mano.
Vio el salto ágil del poderoso felino de casi dos metros de largo, negro, con manchas que cambiaban de color según el ambiente.
Una Pantera Moteada, una criatura que no se metía con los hombres lobo, a menos que fuese provocada de alguna manera.
—¡TÍRATE AL SUELO!
Todo sucedió en un respiro.
El horrorizado Soren se arrojó sobre la hierba, sintiendo el peligro soplándole en la nuca.
Damon se lanzó sobre su cuerpo para protegerlo del feroz ataque.
—¡Aaggrr! —rugió cuando las afiladas garras se hundieron hasta casi atravesar sus omóplatos, pero aprovechó la cercanía para contraatacar.
La pantera había dejado vulnerable su vientre, su parte más débil, y, empuñando la daga, la hundió a lo largo de todo el oscuro pelaje.
Las almohadillas de la pantera tocaron el suelo y su cuerpo se derrumbó por completo sobre la hierba, con estómago abierto, uniendo su sangre con la del Bisonte de las Nieves.
—Cachorro, ¿estás bien? —