29. EL COSTO DE UNA TRAICIÓN
NARRADORA
Lorien entró en la habitación dando una larga inspiración; sabía que este encuentro no sería muy agradable.
Encontró a la Luna corriendo hacia una pequeña palangana esmaltada, vomitando bien feo.
Dejó la taza con prisas sobre la mesita de noche y se acercó a ayudarla. En ese momento, otra de las doncellas salía del baño.
—¡Luna! —la chica gritó con nerviosismo, aguantando a la loba embarazada.
Lorien puso la mano en su frente perlada de sudor y le sostuvo el cabello para que no se embarrara con la sustancia nauseabunda dentro del recipiente.
—Estoy mejor… pásame un pañuelo —Mérida se incorporó con mareos; tanto coraje iba a afectar a su cachorro.
Le había costado muchos sacrificios concebir, al fin el Alfa le prestaba un poco más de atención y hoy se había enojado con ella por culpa de ese altercado.
—Grac… ¡¿Qué haces aquí?! —gritó al ver a la causante de sus problemas.
—Luna, solo… estoy ayudando a recoger…
—¡¿Estarás feliz ahora?! ¡¿No?! —comenzó a vociferarle con ira.
Lo