Capítulo 43 – El Silencio del Engaño
El apartamento olía a encierro, humedad y gas.
El frío se colaba por las rendijas de las ventanas rotas, como una amenaza constante.
La vieja estufa a gas estaba rota desde hacía meses y su tía no podía arreglarla.
Pero a ella no le importaba. No todavía.
Estaba en el sillón , envuelta en una manta, con las piernas cruzadas y el celular sobre el pecho.
Esperando que Adrián se tranquilizara y que, como siempre, volviera a buscarla,a preocuparse por su supuesta enfermedad
Porque él volvería,siempre lo hacía.
Siempre volvía a su red, a su voz, a sus lágrimas y a sus juegos.
Mientras tanto, fingía estabilidad.Dormía mucho y comía poco.
No salía del departamento a menos que fuera estrictamente necesario.
No por miedo,sino por estrategia.
Tenía que mantener tranquila a Lily.
Ella sabía demasiado.
Demasiado de España, demasiado de que nunca piso Suiza, demasiado de su pasado.
Y un pasado como el suyo… era un arma o una conden