CAPÍTULO 13 – Donde la Luz Duda
Narrado por Sofía
El amanecer entraba lento por la ventana, como si hasta el sol temiera molestar. La ciudad comenzaba a despertarse, pero en ese departamento el tiempo parecía haberse detenido entre suspiros, dudas y silencios.
Sofía no había dormido nada.
Isabel sí,al menos un par de horas. Estaba recostada en el sillón del living, con una manta sobre las piernas, como si el peso del mundo también se hubiese rendido con ella. Su rostro, aunque sereno, dejaba ver el cansancio de una noche tensa.
Sofía se mantuvo en la parte del sillón frente a la ventana. Ni siquiera había ido a cambiarse. Llevaba la misma bata desde la noche anterior. El café humeaba en la cocina, pero ella no lo tocó. No podía. Tenía que estar en ayunas.
Porque en pocas horas, si nada cambiaba, iba a interrumpir su embarazo.
A veces pensaba en esa frase con frialdad médica. “Interrumpir”. Como si fuese apagar una alarma o cerrar un archivo. Pero no. Nada se cerraba. Todo se quedab