“… Mi cuerpo se tensó ante la propuesta de Talía, mientras que troncón se mostraba firme y seguro de sí mismo. Cada segundo que pasaba sirviendo la siguiente ronda de vino hacía que mi corazón latiera con más fuerza. Una vez que llené las cuatro copas, me senté al lado de mi amada, sintiéndome increíblemente nervioso… «Me pregunto si bomboncita tiene la misma confianza en su leal amante o compañero de juegos eróticos», reflexioné tratando de calmar mis nervios, opté por simplemente respirar profundo para agudizar mis sentidos, a la par que dejaba que la voz de mi amor invadiera mis oídos.
—Me encanta Daniel simplemente porque disfruta y saborea cada bocado de comida —comentó Talía, recordando algunos de los momentos en que comenzábamos a conocernos. Instantáneamente, un torrente de