La señora Conrado se asusto al escuchar mi voz a su espalda, se giro y encontro a una sonriente señorita Montgomery, pero de alguna manera esa sonrisa le dio miedo, trato de calmarse y seguir con lo que vino a hacer, claro si es que yo se lo permito
—Me disculpo Sheyla por el exabrupto, no pensé encontrarla aqui, estoy buscando a Agustín necesitamos alegrar un pequeño asunto familiar nada de importancia, sin embargo, el me tiene de dar la cara.
—Me imagino señora Conrado, no esperaba encontrarme en casa y venía como un demonio furioso a buscar a mi esposo ¿No entiendo por qué la busca? si es por lo de su consentido Alberto, le comento que Agus no tiene nada que ver con la lección que le acabo de enseñar al estúpido de su hijito.Si tiene algún problema lo resolverá conmigo, no tiene ningún derecho de venir a gritar a mi casa y menos si es para agredir a mi esposo ¿me doy a entender?
—No me malinterprete Sheyla no vengo a amedrentar a mi hijo, creo que como hermano de Albertito debió