La cama era grande, ese no era el problema, sino la cara de verguenza que tenia Agus, era para morir de risa, el pobre creo que ni siquiera a tomado la mano de una mujer y yo lo estoy metiendo en estos enredos
—Si usted lo dice
Trato de serenarse y hacer lo que yo le dije, respiro profundo y se acosto en un espacio pequeño, lejos de mi, en serio si seguia asi me iba a derretir de tanta ternura que este hombre me provocaba
—¡Oye, oye, vas a caerte si sigues asi! mejor acomodate bien en al cama
Lo tome del brazo y lo jale hacia mi, no se que quiso hacer pero su aterrizaje fue encima mio, su cara y orejas estaban que estallaban de lo rojo que estaba por la verguenza y era obvio que iba a aprovechar lo que se me ofrecia
—No voy a comerte, no si no quieres, es mejor que te levantes o no se de lo que soy capaz Agus, tambien pesas
La situasion fue a peor, ya no pude contener la risa, me salio fuerte la carcajada que fue imposible detenerla y mas al ver el enredo de cuerpos y ropa en la q