—Hermana, te presento a mi prometida, Millie —dijo Bradox, luego s que si hermana llegará hasta nosotros.
—Encantada, Milka —saludé sonriente.
—Que raro. Esta no cuadra en tu tipo, hermano. No es rubia y no parece una total bimbo —comentó ella, mirándome como lo haría un científico a bicho raro—. Parece una chica lista, aunque igual, si está contigo … puede que no lo sea tanto.
—Hija, ¡esas no son formas de tratar a una invitada! —la reprendió Virginia.
—Madre, todavía me acuerdo de la última mujer que nos presentó mi hermano.
—Hermana, eso es cosa del pasado y lo sabes.
—Sí, sí, pero aquella tipa de lista tenía bastante poco y era evidente que era una interesada. A ver, las cosas claras. Millie… —¿Me lo parecía a mí, o su hermana me tenía mala sangre sin siquiera conocerme? —. Mi padre es un hombre extremadamente tico, y mi hermano es dueño de un banco, como comprenderás, dinero tienen para forrar todo este país si quisieran, así que...¿Cuánto tardarás en querer meterte a nuestra