Eva, luego de mirar el apartamento e imaginar posibles situaciones vividas ahí, realmente se sentía incómoda, por lo que tomó sus cosas y salió del lugar. Ella realmente no esperaba este giro, pero las palabras y las lágrimas de Serena le habían taladrado su mente.
Sin pensarlo dos veces, fue y se consiguió una habitación de hotel, por hoy, quería estar en cualquier lugar menos en casa de Alejandro.
Por su parte, Alejandro permanecía en la habitación donde Serena dormía profundamente gracias a los tranquilizantes y todo el medicamento administrado para ayudarla a descansar.
Él, la miraba y, sinceramente, no podía evitar rememorar el tiempo que pasaron juntos, aquella época donde todo era más fácil, donde incluso él, se olvidó por una temporada de Eva.
--- Poco más de 7 años atrás ---
- ¡Buenos días, dormilona! -dijo Alejandro llevando el desayuno a la cama a Serena.
- ¡Dios! ¿Ya amaneció? -dijo Serena retorciéndose debajo de las sábanas.
- ¡Ya! Anda, levántate, no seas perezosa…
- Te d