Estimadas lectoras y lectores Al parecer Eva, se va a tener que tragar la molestia y trabajar junto a Melissa para sacar el cumpleaños de Demian, adelante. Todo mientras Eva, ruega porque su amiga salga bien de UCI.
Tal como Melissa lo dijo, ella llegó al hospital y esperó a Eva en el café. Llevaba una libreta con apuntes, presupuestos e ideas que ella junto con Sofía habían elaborado.Melissa estaba empeñada en demostrarle a Sofía que, se estaba equivocando y que lo que tanto perjuraba decir sobre Eva y Demian solo era un malentendido, por lo que buscaba de modo desesperado de dar por concluido aquel tema.Así que ni lenta, ni perezosa, había considerado que el cumpleaños de Demian era el momento perfecto para que ella, pudiera demostrar que lo que decía eran puras injurias contra su cuñada.- ¡Hola, Eva! ¿Cómo estás? ¡Perdón por la premura! – dijo Melissa nerviosa, levantándose de su asiento.Melissa no lo decía abiertamente, pero ella deseaba que Eva la acogiera en la familia Monroy. Ella entendía lo especial que era para Demian y, aunque los padres de este eran generosos, ella sabía que, ante todo, la opinión más importante era la de Eva Díaz.- Melissa, la verdad es que no tengo mucho tiempo
Melissa se sintió un tanto decepcionada, ella había esperado lo mejor de aquella reunión. Ella creía que el hecho de ir con Eva, sería cuestión de externarle sus ideas y que ella gustosa, aceptaría ayudarla.Por un lado, entendía que no era ni el momento, ni el lugar, pero ella no tenía mucho tiempo que perder, ya que había estado muy nerviosa y había dejado pasar los días, la fiesta de cumpleaños de Demian sería el próximo viernes y era sábado, por lo que quiso presionar, pero no salió como imaginó.Por el otro, las palabras de Sofía Díaz se clavaron en su mente y ganaron más los celos, por lo que Melissa, sentada en un café, esperaba la llegada de Sofía, a quien ella creía, le debía una disculpa, ya que la chica se había dejado llevar por su sexto sentido, pero este le había fallado.- ¡Meli, querida! ¿Cómo estás?- ¡Hola, Sofí! ¡Perdón! – dijo la chica haciendo un puchero tratando de aguantar las lágrimas.- ¿Qué sucede, quería amiga? – preguntó Sofía, intuyendo lo que ocurría.- Ev
Eva subió a la habitación donde su amiga debía estar, se sentía incómoda debido a la visita de Melissa. Sabía que la chica no le había hecho nada malo, pero el solo hecho de que le preguntara cosas de Demian, le dejaba claro que, en el tiempo que llevaban de novios, la chica no le había puesto la atención suficiente.Si Eva estuviera en el lugar de Melissa, daría brincos de alegría, no estaría pidiendo consejos a externos para organizarle algo tan fácil como su fiesta de cumpleaños.Era inevitable que Eva sintiera celos, ¿Cómo no iba a sentirlos? Melissa tenía todo a su favor, su familia apoyaba su relación, Demian la tenía como novia y la miraba como eso. Mientras que Eva era la hermanita, mientras que ella no podía acercarse a Demian sin antes levantar sospechas de querer algo más.Melissa estaba en el paraíso, pensaba: "¿Cómo demonios podía desaprovechar aquella suerte con la que contaba?".Un tanto molesta, daba vueltas en la habitación cuando entró una enfermera y le dijo:- Señ
Luego de recibir estupendas noticias, Eva se pudo sentir un poco más tranquila, la chica llevaba una pesada carga, ya que sabía que la familia de su amiga, dependían de ella y que no les había mencionado nada de su enfermedad, al menos no al grado en el que se encontraba.Las horas se le hacían eternas a Eva, se la pasaba pendiente de alguna noticia de los médicos o enfermeras, pero nada, no pasaba nada. Tanto que llevaba casi todo el día sin ver su móvil, el cual tenía ya varios mensajes y llamadas de Sergio Carrasco.Al caer la noche, Eva finalmente se cansó de esperar y tomó asiento en el sofá dentro de la habitación, cayendo en un profundo sueño.Solo pudo despertar cuando sintió que alguien le colocaba una manta, al abrir los ojos, grande fue su sorpresa cuando vio a Alejandro Mendoza, el cual la miraba de una manera un tanto extraña, no era lujuria, no era deseo, era algo más, pero antes de que ella pudiera dar con que era, una enfermera entro.- Señorita Díaz, señor Mendoza, so
Luego de la plática que Melissa había tenido con Sofía, esta confiaba en los consejos que su amiga le había hecho, por lo que, sin más, Melissa le dio carta abierta a Sofía para organizar ella misma la fiesta.La temática sería Francia, tal como le había confesado Sofía, que había leído en el diario de Eva. A Demian le gustaba de todo lo relacionado con Francia, por lo que la persona más idónea para organizarla en poco tiempo, era su amiga Sofía.La fiesta de cumpleaños debía quedar lista en cuestión de 5 días, por lo que Sofía estaba muy, pero muy atareada, mientras Melissa distraía a Demian, para que no se diera cuenta de todo lo que organizaban en casa de Melissa.Para nadie era sorpresa ver que aquella mujer, gran amiga de la señorita Mendoza, guitoneaba por todos lados, dando órdenes y maldiciendo, a todas luces, algo que no estuviera hecho de acuerdo a sus especificaciones.Para la fortuna de Sofía, Alejandro Mendoza no vivía ahí, ya que, de escucharla, seguramente no hubiera to
--- Grupo Mendoza ---- Señor… ¿Quiere que repasemos su agenda? – dijo la primera asistente.- ¡Sí! Sí, por favor, hoy no traigo cabeza para recordar que iba a hacer, dime, ¿Qué tenemos de pendientes? – dijo Alejandro llevándose la mano a la sien para darse un masaje.Era evidente que la resaca de lo que tomó la noche anterior, estaba cobrando su debida cuota, ya que sentía que la cabeza le iba a explotar.- Pues la mañana la tiene ocupada, pero la tarde está completamente libre, lo que es perfecto, puesto que, le hablaron del hospital y dijeron que la señorita Sara Benítez, ya se encuentra en su habitación y que se encuentra estable.- ¿Está Eva con ella? – preguntó Alejandro como si su asistente pudiera leer su mente.- Sí, según me informan las enfermeras, que sí. De hecho, su hermana Melissa la fue a visitar. - dijo la asistente un tanto contrariada.- ¿Mi hermana? ¿Sabes a qué fue al hospital? - preguntó Alejandro un tanto sorprendido.- ¡Desconozco, señor! ¿Quiere que averigüe? -
El día pasó con rapidez, luego de que Eva estallara contra Demian, este no se había atrevido a volver a buscarla o intentar hacer otro acercamiento.Entendía que sí, inconscientemente, había sido un tanto mal educado, al no preocuparse por su amiga.Entendió la reacción de Eva, aunque no la justificaba, ya que su familia hacía un esfuerzo por mantener los lazos con ella, pero ella se alejaba cada vez más.Eva, por su parte, se sintió pésima ante lo que había ocurrido hace un par de horas. Ella, por un momento, se sintió frustrada por lo que había dicho la enfermera, porque Alejandro no había ido por la noche, por todo lo que podría estar ocultándole ese hombre.Adicionalmente, para rematar, ver a su hermano, a quien ella no debía amar, exigirle que visitara a sus padres, los cuales tampoco habían hecho un esfuerzo por acercarse a ella sinceramente.El ver que Demian iba a verla por un instante la reconfortó, pero el gusto le duró poco, ya que Demian lo arruinó cuando, sin preguntar ant
Eva, al escuchar las palabras de Alejandro no pudo más que sonrojarse, "¿Cómo demonios tenía tan mala suerte?", se maldijo Eva en sus adentros. - ¡Señor Mendoza! ¡No debería andar escuchando pensamientos ajenos! - dijo Eva en respuesta a las palabras antes mencionadas por Alejandro. - Yo no dije nada, solo que me pareció cómico que sea virgen y crea que será olvidada, por lo que consideré que si le agregaba un par de gatos, eso le daría un toque más... ¡No lo sé! ¡Dramático! - ¡No! ¡No! ¡Bueno, es que yo no puedo con usted! - dijo Eva al no encontrar más armas con que defenderse. Alejandro al ver el rubor en las mejillas de Eva, no pudo evitar sonreír. Por primera vez, Eva pudo ver una sonrisa genuina en el rostro del hombre. "No es que me guste, pero realmente se veía atractivo cuando sonreía con naturalidad", pensó Eva por dentro. - Debería no entrometerse en los pensamientos privados de las personas... - dijo Eva nuevamente tratando de defenderse. - Ya le dije, señorita Díaz