El sol empezaba a ocultarse, llenando de arreboles el cielo.
Marko dejó salir un largo suspiro y sus ojos azules brillaban intensamente, estaban colmados en lágrimas.
—¿Crees que mi mamá… logre salvarse? —preguntó.
—No lo sé —confesó la chica.
Los labios de Marko comenzaron a temblar y después los apretó con fuerza.
—Hay… algo más de lo que deba… enterarme? —indagó.
A la mente de Valentina llegaron los recuerdos de la muerte de Lorenzo, las amenazas de Merina, los intentos de asesinato y aquella vez que forcejearon cerca del balcón.
—Esta… es otra vida —dijo ella con tono tranquilo y compasivo—. Una versión de ti una vez me dijo que le habría encantado que nuestra historia fuera diferente —esbozó una sonrisa—, supongo que se refería