Después de terminar el café, Noah dejó a Elisa en la casa de sus abuelos.
— Esta noche, cuando yo llegue de la facultad, paso por tu casa — dijo Elisa, antes de bajarse del coche.
— Te voy a esperar. Tengo algo muy importante que decirte — respondió mirándola a los ojos.
— ¿En serio? ¿Por qué no me