Al entrar en otra sala gigantesca, los dos se encontraron con una pareja mayor: el señor y la señora Taylor, padres de Saulo.
Betty Taylor vestía un blazer azul marino acompañado de un pantalón de sastre, lo que la hacía lucir muy elegante. En sus brazos llevaba varias pulseras, y desde lejos se notaba que eran joyas carísimas.
George, por su parte, era la copia de Saulo en una versión más vieja. Su cabello rubio y liso estaba peinado hacia atrás, vestía una camisa blanca y pantalones sociales negros.
Denise ya los conocía por fotos, pero en persona eran muy distintos. Un escalofrío le recorrió la espalda y sintió un mal presentimiento.
Al ver al hijo, el hombre sonrió y fue a abrazarlo. En cambio, la mujer, que tenía una gran sonrisa en el rostro, se transformó al ver a la joven de apariencia sencilla que lo acompañaba, lanzándole una mirada fulminante a Denise, quien fingió arreglar el dobladillo del vestido para no parecer que había notado la primera embestida de la suegra.
— Ya lo