Capítulo 43.
Alena comienza a llorar de manera desgarradora porque su vida hubiera sido completamente diferente si lo hubiera conocido a él primero, si no hubiera confiado en su sangre, si hubiera… si hubiera.
~ Pero el hubiera no existe, no existió, ni existirá es solamente una forma de tormento~ dice su loba de manera tajante.
Alena suelta el llanto, una lágrima tras otra…
— Tranquila nighara, tranquila, ahora te encuentras aquí tenemos todo el presente y el futuro para hacer lo que nuestro destino nos permita para ser felices, para tener una familia.
Alena siente como su corazón se desgarra solo al escuchar la emoción de Randolf, porque ella estaba rota, porque ella ya no podía confiar de manera ciega, porque a pesar de mostrarse entera, algo le hacía falta.
Aunque nada la reconfortaba mas que estar entre los brazos cálidos y fuertes de Randolf.
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Johana va caminando por el pasillo entre jadeos y con la adrenalina recorriendo cada una de sus venas hasta que finalmente ll