Capítulo 16.
Capítulo 16.
Los mejores y más efímeros momentos son los que añoraras en las noches de insomnio.
Vanesa solo quería salir de ese salón de baile.
Dondequiera que volteara, sentía miradas clavándose en ella: de burla, de desprecio, de asco.
Las luces parecían moverse erráticamente, las voces se volvían ecos lejanos, y su piel ardía como si su propio cuerpo le fuera ajeno.
Una opresión en su pecho le impedía respirar con normalidad.
Trató de parecer serena, pero simplemente no podía.
Erick estaba a su lado, pero ni siquiera su cercanía lograba apaciguar la tormenta dentro de ella.
Al dar un paso atrás, Erick la tomó del brazo con delicadeza, y con un gesto firme la sacó del salón hacia un lugar apartado de todos esos ojos que no dejaban de juzgarla.
—¿Dime qué pasa? —le preguntó en voz baja, una vez que estuvieron lo suficientemente lejos, aunque sabían que en ese lugar no existían secretos para los sentidos agudos de su especie.
Vanesa apenas podía hablar.
Su respiración era irregular, s