Luciana se recostó en la camilla con ayuda de Ignazio. Estaba segura de que él iba a ser su sombra durante los próximos meses y se aseguraría de que alguien tomara su lugar cuando no pudiera estar presente.
—¿Estás lista? —preguntó la doctora.
Asintió con la cabeza.
Su prueba de sangre había confirmado su embarazo y ella casi había comenzado a llorar de felicidad otra vez. Ahora iban a conocer a su bebé por primera vez, necesitaba aquello para asegurarse de que todo estaba bien con él o ella.
—Bueno, vamos a comenzar. Sentirás una pequeña incomodidad, pero será solo por un momento.
—Está bien.
La doctora introdujo un dispositivo en su interior.
Ignazio la tomó de la mano y le dio un apretón. Luciana le dio una sonrisa antes de fijar la mirada en la pantalla un metro más allá.
—Esto es…
Miró a la doctora tratando de saber que estaba pasando. Intentó no entrar en pánico.
—¿Es lo que creo que es?
Su doctora e Ignazio compartieron una mirada, luego ella asintió. De pronto su esposo se p