Adara
Toda la familia estaba celebrando el cumpleaños de Vladímir. Nadina y Eros llegaron tomados de la mano, eso me alegró mucho. Ella como siempre; preciosa con un vestido negro con flores rosadas y fucsia, le quedaba perfecto, sus sandalias bajitas por su embarazo, el cabello recogido en una cola de caballo alta; tenía un aire de frescura.
Eros como siempre elegante, de traje negro sin corbata. Sé nota a leguas su profesión de médico. Desde lejos la vi abrazar a sus padres. Me había sentado en la mesa donde estaban mis padres, aunque la nuestra era otra.
—Entonces ¿en pocos meses me vas a hacer abuelo también? —miré a papá, luego a mi madre.
—Eres una chismosa madre. —Se encogió de hombros. Solo a ella le había contado aparte de Patricia.
—La noticia es muy bella como para esconderla.
A ellos no les había contado lo de mi compromiso, lo íbamos a hacer esta noche. Aprovechando la asistencia de todos.
—¿Adara? —Nadina llegó de la mano de Eros, se miraron—. ¿Puedo hablar un momento co