97 - Amiga, te necesito.
KERIANNE BACAB.
Jamás imaginé, que alguien se atrevería a hacerme aquello que me hizo Smith. El odio era tan grande, que sentía como lentamente se iba envenenando cada parte de mí; y, sin embargo, no me importaba.
Habían pasado unos cuantos días, desde aquel suceso. Mi esposo no se separaba de mí, y curaba mi herida constantemente, con mucha paciencia. Dolía, y aun no me he atrevido a mirarlo. Temía encontrarme con algo tan desgarrador y más humillante.
— ¿En qué piensas? — preguntó Arturo, mientras me cubría con la manta.
Estaba acostada boca abajo, y no he salido de la habitación ni para ver a mis hijos, que estaban con mi madre de regreso.
— En Smith, en Viktor, en Patricia — respondí. Mi esposo dejó de moverse, pero después continuó —. Quiero vengarme de ellos.
— ¿De Patricia también? — consultó. Intenté darme vuelta para mirarlo —. ¿En verdad quieres vengarte de ella?
— Es cómplice de esos dos bastardos hijos de puta — gruñí —. ¿Planeas defenderla?
— Planeo ser justo.
Él